Anda que no hacia que no escribía yo por aquí, pero me ha apetecido hacerlo y la ruta merece la pena.
Acabo de estar unos días por la playa, en la de Montroig, al lado de Cambrils. Llevo años yendo de vacaciones por Cambrils y alrededores, alojándome siempre en sitios a cuatro metros de la playa pa andar lo menos posible y pasar el tiempo entre la playa y los paseos por el paseo (valga la redundancia) marítimo en cuestión. Una gran pérdida de tiempo.
Esta vez hemos estado alojados en el pueblo de Montroig del Camp, a unos 6 kilómetros de la playa tierra adentro, en pleno camp de Tarragona. Son pocos kilómetros tierra adentro, pero los suficientes para disfrutar de un terreno totalmente desconocido para mi, y mira que llevo años (al igual que tol mundo) dando vueltas por esta zona.
Además de las 18 vueltas que le he dao al pueblo por las mañanas, un día me fui con Antoñico (mi socio, que estaba en un camping mas abajo) a hacer una de las múltiples rutas que hay por aquí marcadas. Cabe destacar que todas las rutas están creadas para hacerlas en bici, son rutas BTT de mayor o menor dificultad y la gente se lo toma al pie de la letra, no ves a nadie andando, tol mundo va en bici. Y cuando digo que no ves a nadie no exagero, nadie, todos los días solo yo y el día de la ruta Antonio y yo.
Elegimos (elijo) la ruta 10 llamada "Castell d'Escornalbou a Riudecanyes" de 24,22 Kilómetros y dificultad alta pa la bici. La verdá es que para la bici es jodida, hasta los ciclistas que veías mas aparentemente preparaos (jovenes, delgaos y bien equipaos) iban tol rato con el "molinete", plato pequeño y piñón grande. Para senderismo no es que sea muy muy dura, pero hay tramos que se te corrompe l'haba de tanto rato subiendo, hay uno concretamente pavimentado, una tira de cemento, que en algo menos de dos kilómetros subes 200 metros, casi un 10 %. El resto es más corto pero paicido, casi no hay nada llano, o subes mucho o bajas mucho.
Se comienza saliendo en dirección a Ryudecanyes por un camino cabras total, pa la bici matador. Ryudecanyes es un pueblo con pantano homónimo y que da también nombre a la riera que hace el lindante entre Cambrils y Montroig (creo). Ha sido gratificante ver donde nace la riera que tantas veces he visto en su final, cuando sale al mar. Esta primera parte (unos 5 kilómetros) transcurre entre plantaciones de olivo y algarrobo, el algarrobo al parecer es como el tocino pero en arbol, se aprovecha todo y todo bueno. La primera impresión que me ha dao es que el agricultor del Baix Camp es algo (con perdón) guarrete con las márguines y las hierbas, el entorno de los cultivos en algunas zonas lo usan hasta de escombrera. Se me hace raro que los catalanes con lo que son pal turismo no tengan esto mas recogidico.
Pero en medio de todo esto hay un oasis agrícola en forma de finca inmaculada en la que hay hasta márguines de cemento y los caminos asfaltaos, la finca Vostaay (o algo así) de propiedad holandesa.
Campos limpismos, tablas abancaladas en piedra, cámaras frigoríficas y una masía de ensueño pa cultivar principalmente manzana regada por goteo.
Tenían estos mozos hasta un aljibe con perejil flotando.
Poco después remontamos la riera hasta Ryudecanyes donde vemos su bonito y coqueto pantano.
A partir de este pueblo comienzan la hostilidades en forma de repechos interminables que igual da subirlos que bajarlos. Por lo menos el entorno es de montaña total y gusta contemplarlo.
Desde uno de los puntos más altos vemos a lo lejos el pueblo de Duesaigües. Se aprecia el viaducto por el que pasa un tren que dicen es la línea Zaragoza-Barcelona, un poco antes del viaducto está el túnel de L'Argentera.
Si lo que habíamos andado era algo jodidillo, queda lo pior, ahora vamos hacia Vilanova d'Escornalbou, pasando antes cerca de su castillo y monasterio (foto abajo). No subimos porque se nos hacía tarde.
Con toda la calor y la boca como un zapato nos disponemos a comer los bocadillicos que ha preparado Antonio. No se le ha ocurrido otra cosa que prepararlos de queso curao, a poco maugo.
En Vilanova un hombrecico que se caía a trozos de viejo nos ha preguntao que qué tal estaban los campos y al ver que no le sabíamos contestar (no sabíamos a que campos se refería) se nos queda mirando y murmura "¡Bah!, son Castellanos" hacía muchos años que no me llamaban Castellano, para muchos catalanes y principalmente para los valencianos, hay dos tipos de españoles, ellos y los castellanos, usease el resto de españa.
Nos desviamos de la ruta para entrar en un bar que se divisa a lo lejos, un gran acierto, dos jarras de medio litro de cerveza acompañadas de una tartera de callos picantes que nos regala la señora. Antonio como no es humano se come toda la tartera, yo le pido disculpas a la señora pero si me como eso me reviento, picantes eran además. Lo más bonito ha sido pagar: 3 Euros, tu, tres. Dice Antonio que hasta se me ha desfigurao la cara cuando lo he oído, en cataluña, dos cervezas en jarra helada de medio litro y con plato callos de regalo, tres euros. Si alguna vez me pierdo, que me busquen en Vilanova d'Escornalbou.
Al desviarnos de la ruta ya no hemos encontrao las marcas buenas y hemos pillado la carretera que nos lleva ya a Montroig. Pegas: un poco de calor, un pequeño sofocón ayudando a empujar bastante trozo a un joven que se ha quedao sin gasolina y al no entrar por el camino viejo no hemos visto la ermita de la Mare de Déu de la Roca.
Esta ermita yo si que ya la había visto en una de mis vueltas diarias.
El folleto dice que hay 24,22 kilómetros y mi GPS incluso creo que dando algún rodeo 22,5, pero como desde Vilanova no hemos seguido la ruta, pues a callar.
Si veraneáis en Cambrils o Salou os hacéis una pequeña excursión a estos pueblicos que son una maravilla. Solo hay que pillar dirección Miami Playa y en la rotonda que diga Montroig del Camp os vais a la derecha.