El palacio de los Condes de Bureta se encuentra, como no, en Bureta. Exteriormente el palacio es imponente, pero habrá que visitarlo otro día porque hoy venimos a lo que venimos.
La Huechada.
El palacio de los Condes de Bureta se encuentra, como no, en Bureta. Exteriormente el palacio es imponente, pero habrá que visitarlo otro día porque hoy venimos a lo que venimos.
El cerro Morrón.
El cerro Morrón o muela del Morrón esta situado entre el Moncayo y las Peñas de Herrera, se encuentra muy cerca de estas últimas pero es unos 150 o 160 metros mas alto (aunque en la foto no se aprecia por las nubes). Para subir a este cabezo lo mas cómodo es arrancar desde Talamantes pasando primero por las Peñas o bien desde Añón o Alcalá de Moncayo yendo por Vera de Moncayo. Nosotros lo hemos hecho desde Añon, mas concretamente desde la central hidroeléctrica del Morana debido a que la subida por el barranco de Horcajuelo es mucho mas espectacular en lo que a paisaje se refiere. Lo que la gente suele hacer es ir de Añón a Talamantes o al revés, por la PR-Z3 y alguien les recoge en uno u otro pueblo, la verdad es que hay bastantes formas de subir y todas son interesantes.
Para acometer la subida, una vez en Añón y a menos que llevemos un vehículo como el autobús como el de no se qué película del Jarri Poter, que se podía estrechar, circunvalamos el pueblo o no pasamos ni con moto. Tenemos que ir a un sitio que le llaman el complejo "las Cuevas" y nada mas que entras al pueblo hay una señal que te indica este lugar, pero no, no se os ocurra, en ese momento ir hacia la derecha y una carreterica asfaltada nos llevará hasta la parte alta de Añón en donde saldremos del casco urbano y a un kilómetro o así hay un desvío hacia la izquierda que nos lleva hasta las Cuevas.
En el complejo hay un puentecico que cruza el río, lo tomamos y vamos dirección a la central del Morana en donde dejamos el coche cerca de una granja de cabras "Moncainas" y ya a pata. La primera parte de la subida es remontando el curso del rio Morana y cruzándolo varias veces según digan las marcas de la PR. Este río ahora se llama Morana pero luego se convierte ya en el famoso Huecha, lo que no se aún es donde pierde el agua que ahora lleva.
Hoy estamos Retor, Amante, Gato Jr. y un servidor dispuestos a lo que haga falta con tal de tomarnos unas cervezas al terminar, bueno, las espectativas de gato Jr. son de un torzón de Aquarius, que aún es joven (o por lo menos eso parece).
Subimos por el río hasta unas formaciones rocosas de impresión llamadas torres del Morana o de Horcajuelo, ya que se encuentran donde acaba un barranco y empieza el otro, hay otro barranco que se va hacia la derecha pero el nuestro es el de la izquierda.
En el nacimiento del río la subida se suaviza antes de entrar ya en una pradera bastante llana y frente a nosotros el frontal rocoso del cerro Morrón. Creo que este lugar se llama el corral de Horcajuelo por una paridera que tenemos a nuestra derecha. Antes de salir del barranco Amante, experimentado montañero y espeleólogo nos da unas breves clases de orientación con brújula.
Aquí ya estamos a unos 1200 o 1300 metros y para acometer el Morrón hay que rodearlo por un pequeño collado que tenemos a nuestra derecha y en el que en ese momento pasta un rebaño bastante considerable. Tiene que haber muchas, pero muchas ovejas pa que el tamaño de un rebaño impresione a uno de Tauste, pues eso mismo.
Una vez en el collado e inexplicablemente (porque cansado no aparenta estar), Jr. empieza a dejar salir el adolescente que lleva dentro y a verlo todo negativo, la cuestión redunda en una paradoja casi metafísica:"pa que coño queremos subir ahí si ya lo estamos viendo, es que no lo comprendo", se refiere a coronar el cerro. Si la mala hostia fuese fotosensible en la foto de arriba hubiese fundido el CCD de la cámara, de la corrompición que llevaba en su bodi.
Busco la forma de hacerle entrar en razones sin herir sus sentimientos, mi gran preparación vuelve a ser una baza fundamental: "como empieces en ese plan no te vuelvo a traer, ¡atontao!, tira parriba que te rompo el palo en la espalda". Mis cuidadas palabras surten efecto y comenzamos a subir.
Aunque desde lejos parece puntiagudo, el cerro es realmente una rampa ancha y muy prolongada que termina de repente en unos cortados de cara al Moncayo, en la foto de arriba se puede ver la rampa.
En el punto mas alto esta el consabido vértice geodésico que nos sirve de banco para almorzar, 1730 metros de altitud, mi "Garmincico" como le llama despectivamente algún facineroso me da 5 metros menos.
Las vistas, al igual que desde cualquier cumbre de los alrededores del Moncayo, son impresionantes, de gusto ver por ejemplo las cercanas Peñas de Herrera envueltas en nubes y mas a la derecha la Tonda.
Solo por ver el Moncayo desde aquí ya merece la pena subir, Jr. ya se va convenciendo de que venir ha sido una buena idea. Merece nombrar aquí el buen apetito del que disfruta Amante no mermado por el esfuerzo realizado, este hombre es valiente pa todo y nos renegaba por no comer más: "Como vais a tener fuerzas pa volver con lo poco que comeis". A mi es que no me entraba nada.
De vuelta y para que haya mas cosas que ver, tenemos (tengo) programada en el GPS una bajada por el camino de vuelta hacia Alcalá de Moncayo. Un pequeño error hace que nos equivoquemos y tomemos dirección Talamantes haciendo 3 Km. mas (1,5 de ida y 1,5 de vuelta). Hay quien le echará la culpa al "garmincico" ("echalo a la papelera" me ha dicho Amante mientras Retor reía subrepticiamente) pero luego nos hará un gran favor (que tajo han dicho nada entonces) mostrándonos un punto de "alcuerce" bastante importante donde dejar el camino de Alcalá e ir directamente hasta el punto de partida campo a través.
El campo a través es una bajada de piedra suelta un poco coñazo de alrededor de un kilómetro y no somos los únicos en usarla ya que esta amojonada en algún tramo, como digo es coñazo pero igual nos ha ahorrado mas de 5 kilómetros. Con errores y todo el total ha sido de 18,5 kilómetros.
El agua nos ha llegado justa pero no pasa nada, nos espera la "Corza Blanca" el restaurante que hay frente al monasterio de Veruela donde la cerveza corre libremente. No voy a poner aquí cuanta cerveza ha habido ni cuanto rato hemos empleado en ella porque pillaremos mala fama.
Ustedes lo pasen bien.