Salimos hacia las 8 de la mañana de Sarria con unos 23 kilómetros por delante,
personalmente pensamos que es lo mas bonito que habíamos
andao nunca. Una travesía por la
Galicia profunda pensando que de cualquier recodo podía salir el bandido
Fendetestas.
Nos internamos enseguida por la montaña a través unos bosques alucinantes y el agua al tobillo en casi toda la travesía. Lo que no es bosque son pazos, "pacicos" y pequeños bares improvisados por los lugareños p'hacer algún euro con los peregrinos.
El recorrido es duro pero entretenido, todo el rato vadeando riachuelos o de barro hasta la rodilla, una amable señora italiana nos hace esta foto de arriba.
Este repecho tenía la dificultad añadida de que era
pol medio del río pero la
Xunta (o quien sea)muy amable ha puesto unos bloques de granito
pa ir pisando, aún así nos hemos
chipiao.
Árboles como este enorme
carballo o roble como se le dice en el resto del mundo son bastante fáciles de encontrar
puaquí.
Llegamos por fin a
Portomarín (y rima y
tó) en un buen momento, vemos esta pancarta en la Casa do
Concello (
ayuntamiento) muy explicativa y a la vez muy peligrosa
pa nosotros.
Hoy se celebra aquí el dia anual del aguardiente, este pueblo es famoso por hacer uno muy bueno porque no lo hacen con alambique, sino con alquitara. Esto es muy importante y ellos lo recalcan contínuamente existiendo los Caballeiros de la Serenisima Orden da Alquitara de la que casi nos hicieron caballeiros de honor. La diferencia entre un alambique y una alquitara reside en que esta última no tiene ese serpentín final y funciona con una especie de campana de condensación refrigerada por agua, la conclusión es que sale un producto de mucha mas calidad pero sacrificando la cantidad producida que es bastante menor.
Arriba puede verse como es una
alquitara, en este caso con una
Queimada delante. La
queimada es un invento gallego también bastante interesante y que aquí la elaboran con su propio orujo.
Haciendo un gran esfuerzo nos mezclamos con los lugareños para investigar mejor su cultura a costa de nuestro hígado, la primera toma de contacto es con la
alquitara precisamente. Lo que llevamos en la mano tiene un 55% de alcohol (dicho así parece mas suave).
Un periódico de Lugo nos elige para ilustrar la crónica de la fiesta pero de eso ya se ha encargado "uno" por ahí de que lo veáis en la entrada anterior.
Tanto empeño ponemos en aprender la cultura que hasta nos mezclamos con el jurado del concurso aunque eso si, con voz pero sin voto. Agradecemos a Pablo, uno de los Caballeiros de la orden de la Alquitara y al señor Angel Carro fabricante de las tartas de Santiago "Ancano" la gran amabilidad que tuvieron con nosotros.
En la foto de arriba podéis ver al gran maestre de la orden y la banda verde rematada con una pequeña
alquitara (aunque esto no se ve) que los identifica.