16:56

Una vuelta en bici.

Pa solucionar un problema de dolor de rodillas hoy me he ido en bici.
Lo bueno de la bici es que te vas donde te da la gana sin planteamiento previo porque yo por lo menos no pienso en la vuelta, vas por donde quieres porque las distancias no importan mucho, lo único jodido es que volviendo tengas el viento de cara.
Tenía pensado ir por el Santuario pero hoy era la Romería y habría demasiada gente por el camino, siempre tengo alguna excusa pa evitar subir la cuesta.
He salido hacia el monte por "La Bardena" para empezar viendo la balsa de "Garcés".
Para ir directamente a la balsa de Garcés dejamos atrás la Bardena hasta una curva a la izquierda señalizada con esas flechas grandes de curva peligrosa, a continuación de estas señales tomamos a la derecha uno de esos caminos principales que hicieron con las parcelaciones y cuadriculan el monte desde entonces, seguimos este camino hasta que hace una "T" con otro de los caminos de la cuadrícula. En la "T" salimos recto hacia una pequeña elevación detrás de la cual está la balsa.

Me he llevado una gran decepción al ver la balsa seca, no se si esto es muy mala señal pero nunca en toda la vida (y os puedo asegurar que he estado muchísimas veces aquí) la había visto así. A lo mejor hablas con algún pastor y te dice que es normal en esta época, pero no creo. La línea azul en la foto indica el nivel habitual de esta balsa.
Desde la balsa podemos avistar la paridera y el cabezo de Garcés, mas conocido simplemente por "El cabecico", allí nos dirigimos para incorporarnos a la pista principal que nos lleva al "Pinadillo" que es en principio donde yo tenía intención de ir.
Nada mas salir de Garcés me cruzo con un coche, nos miramos y paramos, es Fernando Berna que viene de dar vuelta (lo hace en cuanto tiene un rato libre) pa ver como evoluciona la zona quemada. Lleva fotos de algunas carrascas que ya verdean por la raíz y de unas hierbas altas que han proliferado mucho pero que ni él ni yo sabemos lo que son. Me dice que ha hablado con no se quien para ir un día "chicos y chacos" a repoblar con bellota o con lo que sea una zona determinada, pues habra que ir ¿u qué?. Después de alrededor de media hora hablando (es el mínimo obligatorio en una conversación con Fernando) nos despedimos y sigo camino.
Tras un par de kilómetros y subir la maldita "Cuesta de Carniceros" llego a la acequia de Sora pero en vez de seguir recto me voy a la izquierda porque quiero ir a una caseta en "Lo Monsarro" donde hace años pasábamos muchos fines de semana. Mi gozo en un pozo porque un poco mas adelante de una granja de "tocinos" (la de los hermanos Llera) que hay por aquí, he pinchado la rueda trasera y por supuesto no llevo nada para solucionarlo.
En un par de ocasiones hablando con los chicos de Mountain Ñais me han contado (y he visto) que ellos ya llevan ruedas tubeless (sin cámara) con un sistema que tapa los pinchazos conforme se producen y cartuchos de gas para hinchar la rueda. Pero desgraciadamente ese no es mi caso y lo que toca es esconder la bici y volver a pie, por suerte inmediatamente pillo transporte.
De vuelta a por la bici aprovecho para dar un paseo con el coche e ir aun sitio del que hablé en una ocasión pero del que no tenía fotos, se trata del Torreón de Sariñena y hoy le he hecho unas cuantas. Es innegable que este lugar es especial comparado con el resto de edificaciones del monte, primero por lo que mas o menos adivinas viendo sus ruinas y luego por la presencia del torreón. El interior del recinto es un auténtico "sirriero" que delata la presencia habitual de ovejas y sus inseparables compañeras, las pulgas; es por eso que he preferido no entrar a completar el reportaje.












Todo este conjunto se asienta sobre una elevación que nos permite buenas vistas en todas direcciones, según dicen la intención del señor que hizo esto era precisamente ver hasta por encima de la plana. Mirando hacia Sora el paisaje da gusto en un día como hoy, cerca tenemos el Trujal de Ramírez y la ermita de San Lamberto (izquierda y derecha respectivamente).




La ermita es una caseta grande cuya parte trasera tiene forma de ábside de tres caras y el trujal es eso, un trujal creo que de vino, semiderrurido pero muy interesante de ver. Toda la planta del edificio es una cisterna hecha de piedra y enterrada de por lo menos 3 metros de profundidad. Dentro del edificio (actualmente no hay tejado) y a "pie de calle" hay dos aberturas cuadradas (es por donde se puede ver ahora el depósito) por donde debía caer lo que se prensaba. En la parte trasera y por debajo del nivel de la casa hay otra especie de deposito que se comunica lateralmente con la cisterna por unos desagües practicados en la piedra. Estos desagües imagino que serían para sacar el caldo ya para el consumo o el envasado. He hecho un dibujo sencillo con un corte del terreno por si no me explico bien. El dibujo está hecho mirando desde la cara opuesta a la que vemos en la foto.
Todas estas cosas son pequeñas joyas que tiene el monte de Tauste pero que apenas las disfrutamos ni nos preocupamos de ellas. En una ocasión Miguel Angel Pallarés hablaba en el programa de fiestas de lo poco que costaría "echar un par de pelladas" (o algo así decía) en estos edificios (concretamente en estos) y dejarlos visitables pero viendo lo que pasa con el Santuario dificil lo vamos a tener.
Y todo esto en una mañana como un sebo, así da gusto.
16:08

Benjamín

Nunca tuve mucha relación con Benjamín. Era un chaval joven que iba y venía con su bicicleta y que creo alguna vez asistió a algún curso en nuestras aulas.
Pero desde que no está hay una imagen que no me quito de la cabeza, la del día que coincidimos en La Gabardilla volviendo de la Cruz de Campa.
Que rollo mas lamentable.
0:30

Madrid

El miércoles pasamos el día en Madrid. El motivo principal era ver la muestra de Sorolla en El Prado, siempre me ha gustado Sorolla y era ahora o nunca pues pa dias ves juntos tantos cuadros de este pintor, incluidos los que hizo para la Hispanic Society of América de Nueva York.

Desde que funciona el AVE ir a Madrid es un paseo, puedes ir y volver en el día sin prisas ni cansancio a diferencia de con los viejos Intercitis, la pega es el precio aunque pillando los billetes por internet y con suficiente antelación te puedes acoger a tarifas especiales (estrella y/o web) y te ahorras una pasta.

En cuanto al museo, si vais a visitarlo os doy un consejo que mas bien es ley: ni se os ocurra ir a la aventura, id con las entradas compradas de antemano en la web, no haréis colas y no corréis el riesgo de quedaros en la calle.

A las 11 de la mañana ya estábamos en la estación de Atocha y el Prado se encuentra a menos de 10 minutos a pie, aprovechamos para ver plazas, fuentes y puertas hasta las tres de la tarde, hora en que teníamos la entrada al museo. Otro consejo: Si vais a la Plaza Mayor pasa algo parecido a lo que hacen en la plaza del Pilar en Zaragoza pero a lo bestia, los camareros casi no te dejan andar por los porches invitándote a que te sientes en sus terrazas y al final y como ya has andado mucho piensas "una caña y algo de picar no vendrá mal", pensadlo dos veces. Ya sé que es la Plaza Mayor, que tiene que ser mas caro por el entorno y lo que queráis, pero os aviso que el sablazo es tan monumental como el entorno o mas, nunca y repito, nunca, me habían metido un "estacazo" tan grande. Me da hasta vergüenza (y por eso no lo voy a decir) lo que pagué por dos cañas y unos calamares.

Estas penas se me quitaron en cuanto entré al museo nada mas ver los primeros cuadros de Sorolla, que tio mas grande oigan. A mi me que me tachen de lo que quieran pero si me pierdo que no me busquen en exposiciones de Miró o Tàpies (si es de Dalí si que estaré). Creo que de tanto ver dibujar a mi padre y a Angel Betoré inconscientemente solo soporto lo que para mi es (pictoricamente) comprensible.

El manejo de la luz de Sorolla es magistral en cualquiera de sus composiciones y esa facilidad para pintar cuadros enormes... Para pintar óleos pequeños basta con la separación entre tu y el cuadro de lo que da el brazo para tener una visón global de la composición, pero ves la Fiesta del pan de Castilla y se te desmontan todas las nociones. Mide 14 metros de largo por 3 y medio de alto, son varios lienzos grandes empalmados y pertenece a la colección de la Hispanic Society.

Como digo da gusto ver a Sorolla pero en esta exposición del Prado la pega para él es que luego tienes entrada libre al resto del museo con Velázquez y Goya al acecho (que era lo que yo quería ver principalmente, nunca los había visto).

Empezamos por las salas de Velázquez, Las Meninas, los Borrachos, la Fragua de Vulcano, los retratos de Felipe IV, casi me cago de gusto, pero el laxante definitivo aún estaba por llegar.

Eché de menos un cuadro de Velázquez pero luego me he enterado de que se encuentra en un museo inglés, se trata del Aguador de Sevilla, para mi uno de sus mejores cuadros.

Y por fin Paco para los amigos, entrar en esa sala y encontrarte con la familia de Carlos IV sin previo aviso es indescriptible, otro cuadro enorme que te hace pensar que estas al lado de algo de lo que también estuvo Goya. Estuve bastante rato mirando de cerca el lienzo para intentar verle los trazos, todavía no me creo que sea el de verdad ¿y si viene algún cabrón con un cúter escondido y lo raja? está demasiado a mano y los vigilantes no son Estiven Sigal precisamente.
Hay otro cuadro que yo no conocía, la Boda, es un cartón para la Real Fábrica de tapices de Santa Bárbara. Según el cartelillo explicativo este cuadro pretende burlarse de las bodas de conveniencia tan frecuentes en su época (y vaya si lo consigue), el reparto de la gente y los objetos (el encuadre) es insuperable.
Para terminar hay un cuadro que sale por todos los libros pero que hay que verlo al natural, es el retrato de Jovellanos, ilustrado y amigo de Goya. Goya le retrato con un aire melancólico que refuerza el valor del lienzo pero repito, hay que verlo al natural.

Creo que de Goya podemos afirmar que es el inventor de la fotografía y también del Comic, sus cuadros cuentan cosas en movimiento.

Quedaba algo de tiempo y rematamos viendo también algún cuadro de Rafael Mengs, mentor y protector de Goya.

Es imposible ver todo por que a la larga te cansas mas que subiendo un pico y acabas hasta los cataplines de dar vueltas, dejamos para otro dia a Murillo, Zurbarán, el Greco y demas amiguetes.

Pa terminar con las disputas: No me he hecho fotos en el museo.