La perdiz

El domingo otra jornada de caza, pero esta vez el cazador es Angel Mari, todavía mas peculiar porque Pola tiene un perro sin nombre pero es que Angel Mari ni tiene perro.

Angel Mari es (al igual que Pola) otro de estos cazadores que les han salido los dientes viendo cazar.
Hemos salido hacia Puyros y nada mas llegar ya nos han salido perdices, cobramos una, efectividad del 100% porque ya no ha vuelto a salir prácticamente nada y nada mas se ha cazado.

Lo que si vuelvo a decir es que en dos horas cazando te cansas mas que haciendo senderismo, no se cual es la razón porque al fin y al cabo se trata de andar. La metodología para la Perdiz (para el que no haya ido nunca) es seguir a la bandada de vuelo en vuelo y tirarles si puedes cada vez que vuelan. La pega es que en cada vuelo se van al quinto coño, hay que observar donde paran e ir de nuevo a buscarlas, agotador.

También hemos visto mucho rastro de Jabalí, el terreno estaba húmedo y las pisadas son inconfundibles, grandes y profundas. En algunos sitios se ve además el terreno removido por que se han revolcado, todas estas cosas ni te enteras si no vas con gente que sepa de que va.

Después de estas experiencias la verdad es que prefiero andar sin mas, esto de cazar decididamente no va conmigo, a lo mejor es porque no soy yo el que lleva la escopeta, no lo se, pero es lo que hay.

Me ha chocado el montón de bellotas que hay por todas las carrascas e incluso desparramadas por el suelo.

También me ha gustado este cado tan artístico

Por las pintas aún debe estar en uso.

Como os digo, se aprende mucho sobre rastros, "pintaderos" (lugares donde el conejo caga y escarba) y costumbres de los animales pero al rato se hace pesado por el deambular sin rumbo fijo detrás del que caza.