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De vuelta al Fraile.

Ni Vicu mi MSC habían estado todavía en el Fraile y como finalización del puente nos hemos ido puallí.
Hoy también nos acompañaba el gran Leci o MSCP (Miguel Sordo y Con Pelo) como se hace llamar a sí mismo, 13 años de persona callada y reservada, casi no te enteras de que está a tu lado.
Por las Bardenas Reales un poco de viento pero al final un día como un sebo, ideal para cualquier actividad outdoor. Que bien quedan estas palabras en ingles, si decimos por ejemplo "es que a mi me gustan los deportes puertafuera..." no queda mal pero queda muy rústico. Otro caso muy claro sería ir al Decathlon y preguntar "¿La sección puertafuera por favor?" y te mandarían de nuevo a la calle seguramente, pero si dices "Autdóo" (la pronunciación varía dependiendo de si eres de Cincinatti, Londres o Edimburgo) los dependientes/as se rinden a tus pieses.
Salimos como siempre desde el Corral de Bea y ya para empezar Leci decide convertirse en explorador y se va por otro lao empeñado en que puede subir campo a través, craso error porque no se puede, hay barranqueras de bastante profundidad que convierten incluso en peligroso el itinerario alternativo. Intentamos disuadirle infructuosamente (de nuevo ante nosotros una cabeza como una trasca) y al rato aparece por lo alto de un "cotote" aislao y hay que ir a buscarle, de eso se encarga su tío Vicu. El desgaste de subir por esas peñas mezclado con el pozal de colacao que se ha metido antes de salir le dejan KO cuando no habíamos recorrido ni 300 metros, como yo ya he estado aquí unas cuantas veces me quedo para hacerle compañía mientras los demás continúan con la travesía.
La verdá es que a pesar de la perspectiva de no subir al cabezo tiene su encanto pasar un rato con este jodío crío tan peculiar, su interminable conversación (no calla ni debajolagua) y su particular enfoque de las cosas hacen que no te aburras con él. A mi hijo mayor que además es amigo de Leci le ha fastidiao cuando ha sabido que iba éste y no le he llamao, se descojona con él.
De todos modos, a base de darle conversación y de mentirle con la longitud de la subida conseguimos llegar hasta arriba. Una vez arriba le pregunto "¿Y no sientes satisfacción por haber conseguido subir?", "lo único que yo siento ahora es cansancio", damos por válida la respuesta.
Arriba tenemos que impedirle que cambie la fisonomía del cabezo no dejándole tocar unas piedras pequeñas que soportan otras enormes, las quería quitar.

Paseo de vuelta y a casa, mañana soleada, entretenida y con paisajes de escándalo ¿que mas se puede pedir?, pues almorzar en el Hostal de la Reina Rana unos güevos de gallina corredora con jamón y vino de Castejón, un placer reservado a unos pocos. A Manolo la bota le va que ni pintada ¿que no?.

1 comentarios:

anagadner dijo...

AHHHHH, Miguelgato, ahora entiendo el comentario de Arkab de las gallinas corredoras, ya...!

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