Nos internamos enseguida por la montaña a través unos bosques alucinantes y el agua al tobillo en casi toda la travesía. Lo que no es bosque son pazos, "pacicos" y pequeños bares improvisados por los lugareños p'hacer algún euro con los peregrinos.
Hoy se celebra aquí el dia anual del aguardiente, este pueblo es famoso por hacer uno muy bueno porque no lo hacen con alambique, sino con alquitara. Esto es muy importante y ellos lo recalcan contínuamente existiendo los Caballeiros de la Serenisima Orden da Alquitara de la que casi nos hicieron caballeiros de honor. La diferencia entre un alambique y una alquitara reside en que esta última no tiene ese serpentín final y funciona con una especie de campana de condensación refrigerada por agua, la conclusión es que sale un producto de mucha mas calidad pero sacrificando la cantidad producida que es bastante menor.
Un periódico de Lugo nos elige para ilustrar la crónica de la fiesta pero de eso ya se ha encargado "uno" por ahí de que lo veáis en la entrada anterior.
Tanto empeño ponemos en aprender la cultura que hasta nos mezclamos con el jurado del concurso aunque eso si, con voz pero sin voto. Agradecemos a Pablo, uno de los Caballeiros de la orden de la Alquitara y al señor Angel Carro fabricante de las tartas de Santiago "Ancano" la gran amabilidad que tuvieron con nosotros.
Con gran pesar nos retiramos pronto porque al otro día hay que tirarse otros 23 kilómetros al cuerpo.
0 comentarios:
Publicar un comentario