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Peña Montañesa (o casi).

He leído por ahí que la Peña Montañesa por lo rotundo de su nombre, por su forma y por ser una de las primeras montañas grandes que te encuentras al subir al pirineo tiene un valor especial pa los montañeros. Además ni siquiera es de las altas porque incluso es mas baja que el Moncayo, no llega a los 2300 metros, pero la verdá es que algo tiene y una de las cosas que tiene es el sofocón que (por lo menos a mi) te das subiéndola, tanto que ni la he subido.

Entre otras cosas porque hoy nuestro destino no era precisamente la Montañesa, sino la que hay al lado, la Tuca. Dicen que todo el macizo se asemeja a una mujer tumbada, la Tuca sería el pecho.

Entre otras formas de subir a este macizo dicen que la ruta más fácil es la que hemos usado nosotros, la que comienza desde los alrededores del monasterio San Victorian, alrededor de 4 Km. de subida sin pausa con 1200 metros de desnivel. En un principio la idea era subir a la peña Montañesa pero como en todos sitios ponía que la Tuca era mas fácil al final nos decidimos por la Tuca, craso error.
Salimos el viernes hacia nuestro destino para dormir en Morillo de Tou, el famoso pueblo de Comisiones Obreras muy cercano a Ainsa. En un principio eramos siete personas y tres mas que nos esperaban allí. De la intendencia se encarga Rosa pero se confunde y trae comida para 25, no pasa nada, también tenemos a Lorente que se encarga de que cuadren las cuentas en lo que a comida se refiere.

Comenzamos temprano la ascensión y yo voy todo fresco y chulo pensando que al haber señoras me voy a lucir subiendo, ya sabéis aquello de "en el país de los ciegos...", pero esta sección femenina me devuelve rápidamente a la realidad, mas que mujeres paicen cabras montesas. Lo mejor de todo es que el día es cojonudo y despejado y a poco que asciendes ves tol Sobrarbe a tus pieses.

Por un lado las vistas y por otro los paredones de roca, impresionantes en los primeros tramos de subida. Llevo muchos años viendo esto desde abajo y os puedo asegurar que no lo has visto si no es de cerca.

En lo que podría ser el hombro de la mujer tumbada nos encontramos con los precipicios, no tengo palabras pa describir esto, Lorente hace lo que mas le gusta en estos casos, sentarse casi al borde y esta vez con compañía. Petaquica, petaquica, detrás de Mari pa que se sentase hasta que lo ha conseguido.

A mi me temblaban las patas pero también me he asomao para hacer la foto.Seguimos subiendo hasta el punto en el que o te vas a un pico o te vas al otro, a lo lejos se ve gente por el sendero de la peña en una elección muy acertada. Nosotros enfilamos hacia la Tuca por un repecho del 15 y en algún momento nos equivocamos porque hasta estas personas que se veían a lo lejos nos gritan que ande vamos por ahí. En la parte alta del collado decido que hasta aquí he llegao, primero porque me canso y segundo porque esto parecía un casting de "Al filo de lo imposible". El altímetro marca algo menos de 2100 de altura en este punto, realmente estamos muy cerca pero se ve claramente que por ahí no es, pero mis compis todo decididos/as se empeñan en seguir hasta la cima, cosa que consiguen tras innumerables peripecias. El Angel Mari en algún momento ha dudado de si bajaría por sus propios medios y Sofía estaba dispuesta a pagar un helicóptero de rescate, poca cosa.
Tras dos horas de descenso (mas o menos) llego al aparcamiento, pero como allí no pinto nada y agua no quiero, me voy andando hasta Ocins, el pueblo mas cercano, buscando fuentes de cerveza. El bar-restaurante se llama casa Ambrosio, contemplan estupefactos como me bebo una jarra de medio litro de un trago y se portan como señores poniéndome en marcha un ventilador y preguntando "Querrás otra, ¿no?". A estas horas el sol cae a peso pero yo me salgo a la terraza donde se esta como dios con otra jarra mientras mis sufridos compañeros sufren lo suyo pa bajar.
Como entretenimiento me he dedicado a observar que en el mundo de los gatos no existe el respeto a los mayores, el gato siames era un animal senil que apenas andaba, blanco contínuo de la mala leche del gato joven blanco con manchas negras. Hacía días que no veía un animal tan cabrón.
El resto del tiempo lo he empleado hablando con el dueño del restaurante sobre sus ovejas, que eran las que había en lo alto de la montaña, las suben el primero de julio y las dejan a su puto aire hasta septiembre, lo que pasa es que a ratos se ponía a hablar en chistabín o algo por el estilo y era algo difícil pillarle. Le hemos preguntado a Lorente si se había fijado en las marcas de las ovejas pero dice Lorente textualmente que solo se fija en las ovejas "cuando me brincan el urillo pa comese el panizo", esto no es chistabín pero no debe diferir mucho.
Y aunque esta vez el error en la subida ha sido involuntario y con buena intención, para otras veces ya tenemos una nueva palabra:
LORENTADA:
(De Lorente).
f. Acción y efecto de introducirse voluntariamente en una emboscada tipo outdoor, enmascarada por Javier Lorente como algo de suma facilidad.
That's all folks!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como acompañante y sufridor del susodicho, doy fé de la exactitud de la definición de Lorentada.
Firma: Tobustum.

miguelgato dijo...

Ya, ya...

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